Los niños pequeños a menudo tienen un concepto muy limitado de espacio físico. Esta actividad divertida les ayuda a conceptualizar su hogar y sus componentes (cuartos). También introduce el concepto de mapeo. ¡Un gran juego para mantenerlos ocupados! Si esto parece muy complicado, sentite libre de ayudar a tu hijo a dibujar un simple mapa, aún así se divertirán montones.

Necesitás:
- Un pedazo grande de cartulina
- Papeles de color
- Tijera (con supervisión de un adulto) (redondeadas)
- Pegamento
- Fibras
- Monedas de chocolate
Estas son las instrucciones para leerle a los chicos...

Paso 1: Todos sabemos que no se puede encontrar un tesoro sin un mapa. Por lo tanto, ¡hagamos uno! Usá el pedazo grande de cartulina para representar tu casa. Ayudá a tu pequeño a cortar rectángulos del papel de color ¡Tené cuidado con las Tijeras (con supervisión de un adulto)!

Paso 2: Decidí a qué espacio corresponde cada rectángulo, y dibujá pequeñas imágenes en el para que los cazadores de tesoros entiendan fácilmente tu mapa. Dibujá un inodoro en el rectángulo del baño, una cama para los cuartos, un sofá para la sala, y así sucesivamente.

Paso 3: Ahora, pegá los cuartos en el mapa para que puedan ver realmente dónde se encuentra cada parte de tu casa.

Paso 4: ¿En dónde escondió su pequeño el tesoro? Muy bien, marcá en
el mapa el cuarto en dónde está escondido el tesoro. Despues, con tu
hijo, dale el mapa a un amigo, hermano o hermana y miren si pueden
encontrar el tesoro. Podés ayudarles dibujando un camino de líneas
punteadas en el mapa para llevarlos directamente al tesoro secreto.
Si quiere jugar otra vez, siempre podes incluir otras áreas en el mapa
la próxima vez; por ejemplo, el patio o el parque. ¡Todos a bordo!