Ayuda a calmar las lágrimas de tu niño cuando se corte o raspe, haciendo unas curitas personalizadas. A través de esta actividad ayudas a tu hijo a ser más resistente e ingenioso cuando se trata de lesiones y emociones fuertes.

Necesitás:
- Curitas
- Cinta adhesiva (de diferentes colores o transparente)
- Una caja para guardar las curitas
- Fibras de colores
Estas son las instrucciones para leerle a los chicos...

Paso 1: Sacá las banditas de sus cubierta.

Paso 2: Recortá cuidadosamente trozos grandes de cinta adhesiva del color que te gusta. O, si te sentís creativo, también podés usar cinta adhesiva y color creando tu propio patrón con marcadores. ¿Qué tal un verde brillante y agradable, del mismo color que las escamas de Dino?

Paso 3: Pegá la cinta adhesiva en el Band-Aid y cortá alrededor de los bordes siguiendo la forma.

Paso 4: Colocá todos las banditas personalizadas en una linda caja y en un lugar seguro. Si se cae y se corta, ¡ahora estarás listo y preparado con una genial bandita!